“El panorama económico mundial ha cambiado drásticamente, marcado por mayores niveles de incertidumbre, por lo cual, los países latinoamericanos deben recalibrar sus estrategias e impulsar reformas audaces y prácticas que impulsen la productividad y la competitividad.
A la vez, deben abordan las brechas persistentes en infraestructura, educación, comercio y gobernanza para garantizar la creación de empleo y mejores oportunidades para las empresas y los ciudadanos.
El Banco Mundial pronostica un crecimiento del 2.1% en 2025 y del 2.4% en 2026, lo que convierte a América Latina en la región de menor crecimiento a nivel global. La baja inversión, el endeudamiento elevado y un entorno externo cambiante constituyen importantes obstáculos para el desarrollo de la región.
Carlos Felipe Jaramillo,
Vicepresidente para A.L. y el Caribe del Banco Mundial.